Peticiones de los oyentes: «Espiando a mi vecina» de «Un pingüino en mi ascensor»

Espiando a mi vecina es una de las canciones más emblemáticas del grupo Un pingüino en mi ascensor, incluida en su primer mini álbum homónimo, publicado en 1987. Este disco debut contenía solo seis temas, pero destacó por su originalidad y humor. Curiosamente, el único instrumento usado en la grabación fue un teclado Casio, lo que le dio un sonido peculiar y minimalista, muy característico del grupo. Esta sencillez no impidió que la música transmitiera ironía, sarcasmo y un toque de melancolía, elementos que se convirtieron en la marca registrada de la banda.

El grupo estaba formado por Jose Luis Moro, quien por aquel entonces estudiaba Derecho y había grabado una maqueta para participar en un concurso, y Mario Gil, ex miembro del grupo La Mode. Ninguno podía vivir de la música, por lo que con el tiempo se dedicaron a trabajos más estables: Mario comenzó a trabajar como ambientador musical y Jose Luis en publicidad. Sin embargo, continuaron actuando en conciertos, primero para unos pocos espectadores y luego para más público, llegando a dar entre 20 y 30 conciertos al año. La música siguió siendo una diversión y una pasión, más que un medio de vida.

El éxito de Espiando a mi vecina y del grupo se debe, en gran parte, a sus letras llenas de humor, ironía y observaciones de la vida cotidiana. Este estilo les permitió conectar con un público que valoraba la creatividad y la autenticidad sobre la producción comercial.

En 2025, Jose Luis Moro publicó un libro recopilatorio de todas sus letras titulado Cuarenta años sin encajar muy bien en ningún sitio, un testimonio de la trayectoria del grupo y de su manera única de entender la música y la cultura pop.