«There Must Be an Angel» de Eurythmics: Una canción tocada por ángeles

hay canciones que, desde la primera nota, parecen abrir las nubes y dejar pasar un rayo de luz. Canciones que hacen que todo brille un poco más. There Must Be an Angel (Playing With My Heart), de Eurythmics, es una de ellas. Con un estribillo inolvidable, un solo de armónica que se ha convertido en historia y una voz que parece hablarle a un ángel, este tema es un viaje a lo celestial.

A mediados de los años 80, el synth-pop dominaba el panorama musical. Este estilo combinaba melodías pegadizas con sonidos creados casi por completo con sintetizadores, música que parecía del futuro: artificial, elegante y profundamente emocional. Entre tanta propuesta electrónica, Annie Lennox y Dave Stewart se atrevieron a mezclar lo sintético con lo celestial.

Se conocieron en los años 70 y tocaron juntos en The Tourists, banda de new wave que ya mostraba su capacidad para combinar melodía y experimentación visual. En 1980 dejaron atrás la banda y su relación sentimental para crear Eurythmics, un nombre que toma la palabra griega eurythmia, “buen ritmo”, y que reflejaba su ambición: hacer música sofisticada, emocional y vanguardista.

Con muy pocos recursos, como contaba Annie Lennox en una entrevista de 1984, empezaron con un sintetizador muy simple. Pero las ideas, como demostraron, valen más que el equipo caro. Su primer LP, In the Garden (1981), ya mostraba su capacidad para innovar. El éxito mundial llegó en 1983 con Sweet Dreams (Are Made of This), canción que nació de la frustración y del desespero de Lennox, y que se convirtió en un himno pop gracias a su ironía y fuerza musical.

El camino de Eurythmics siguió evolucionando: Here Comes the Rain Again (1984) exploró melodías melancólicas, mientras que Would I Lie to You? (1985) presentó un lado más rockero y agresivo. Sin embargo, fue There Must Be an Angel la canción que unió todo su potencial: pop, góspel y arreglos orquestales, una balada que habla del amor como conexión divina.

La letra es clara: el amor provoca una sensación casi sobrenatural. “No-one on earth could feel like this, I’m thrown and overblown with bliss. There must be an angel playing with my heart.” El verbo play juega con la ambigüedad: tanto “jugar” como “tocar”, reforzando la sensación de que hay un ángel tocando literalmente el corazón de la protagonista.

Además de la voz de Annie Lennox, el solo de armónica de Stevie Wonder aporta un brillo celestial que rivaliza con la propia voz. El videoclip, ambientado en la corte del Rey Sol, muestra a Dave Stewart como un Luis XIV aburrido hasta que la aparición de Annie, junto a un coro de góspel, transforma la escena y nos hace tocar el cielo con la música.

Publicado el 24 de junio de 1985, There Must Be an Angel fue un éxito absoluto: la primera y única canción de Eurythmics en alcanzar el número uno en el Reino Unido. Su mensaje y su sonido han perdurado, inspirando versiones de artistas tan diversos como Pavarotti y Kylie Minogue. Más allá de su alegría, la canción habla de vulnerabilidad, de sentirse solo y sorprendido por una presencia que nos da esperanza y nos conecta con algo superior.

Si alguna vez te sientes perdido o el mundo se vuelve gris, esta canción puede recordarte que la música tiene un poder casi místico: una voz, una armonía, un ángel tocando tu corazón.

Porque, incluso en los días más nublados, hay canciones que nos iluminan. There Must Be an Angel es, sin duda, una de ellas.